miércoles, 11 de marzo de 2015

FUNCIONAMIENTO DE LOS ENZIMAS


La catálisis enzimática de las reacciones es esencial para los sistemas vivos. En condiciones biológicas, las reacciones no catalizadas tienden a ser lentas. La mayoría de moléculas biológicas son muy estables en las condiciones de pH neutro, temperatura suave y ambiente acuoso suave y ambiente acuoso presentes en el interior de las células.
Muchos procesos químicos comunes son desfavorables o poco probables en el ambiente célula, tales como la formación transitoria de intermediarios cargados inestables o la colisión de dos o más moléculas con la orientación precisa requerida para la reacción. En pocas palabras, las reacciones necesarias para digerir los alimentos, enviar señales nerviosas o contraer el musculo no se dan a una velocidad útil sin catálisis.
Un enzima soluciona estos problemas al proporcionar un ambiente específico dentro del  cual una reacción determinada puede transcurrir a mayor velocidad. El rasgo distintivo de una reacción catalizada enzimáticamente es que tiene lugar dentro de los confines de una bolsa de la enzima denominada sitio activo. La molécula fija en el sitio activo y sobre la que actúa el enzima se denomina sustrato. La superficie activo del enzima esta revestida con residuos aminoácidos con grupos sustituyentes que se unen al sustrato y catalizan su formación química. A  menudo, el sitio activo recubre el sustrato y lo secuestra completamente con la disolución el complejo enzima-sustrato, cuya existencia fue propuesta por primera vez por Charles-Adolphe Wurtz en 1880, es de importancia central en la acción de los enzimas. Es también el punto de partida de los tratamientos matemáticos que definen el comportamiento cinético de las reacciones catalizadas por enzimas, así como las descripciones teóricas de los mecanismos enzimáticos. 

FIG.1. Fijación de un sustrato al sitio activo de un enzima.


La función de los enzimas y de otros catalizadores consiste en hacer disminuir la energía de activación, ∆G+*, de una reacción para incrementar su velocidad de reacción. El equilibrio de una reacción no se ve afectado por el enzima.

LAS VELOCIDADES DE REACCIONES Y LOS EQUILIBRIOS TIENEN DEFINICIONES TERMODINÁMICAS PRECISAS

Los equilibrios de reacción están unidos inextricablemente a la variación de energía libre estándar de la reacción, ∆G’°, mientras que las velocidades de reacción están unidas a las reacciones de activación, ∆G*. Una introducción básica a estas relaciones termodinámicas constituye el próximo paso para saber cómo funcionan los enzimas.
Un equilibrio tal como S  P    viene descrito por una constante de equilibrio, Keq’ o simplemente K (p. 24) en las condiciones estándar utilizadas para comprar los procesos bioquímicos, una constante de equilibrio se denota por K’eq (o K’):   
                                           
              Keq=   ___[p]___
                                    [s]

Partiendo de la termodinámica, puede describirse la relación entre una K’eq y ∆G’° mediante la
Expresión:
                                 ∆G’° = ­RTInK’Eq

Donde R es la constante de los gases (8,315 J/mol·K) y T es la temperatura absoluta 298 K (25°C). Aquí el punto importante es que la contante de equilibrio está relacionada directamente con el cambio de energía libre estándar global de la reacción (TABLA 1).  Un valor negativo grande de ∆G’° refleja un equilibrio de reacción favorable, aunque esto no significa que la reacción transcurra a una 
velocidad  elevada. 


                          
                         K’eq
                      
                 ∆G’°  (KJ/mol)
                          10-6
                             34,2
                          10-5
                             28,5
                          10-4
                             22,8
                          10-3
                            17,1
                          10-2
                             11,4
                          10-1
                             5,7
                          1
                             0,0
                          101
                           -5,7
                          102
                           -11,4
                          103
                           -17,1

                                      FIG. 1 Relación entre K’eq   y ∆G’°


La velocidad de una reacción viene determinada por la concentración de reactivo (o reactivos) y por una constante de velocidad generalmente representada por el símbolo K. para la reacción unmolecular  S→ P, la velocidad de la reacción, V, que representa la cantidad de S que a reaccionado por unidad de tiempo viene expresada por una ecuación de velocidad
                                                
                                               V= R(S)


En esta reacción la velocidad solo depende de la concentración de S. Es lo que se denomina una reacción de primer orden. El factor K es una constante de proporcionalidad que refleja la probabilidad de reacción bajo un conductor de condiciones (PH, temperatura, etc.). Aquí, K es una constante de velocidad de primer orden y sus unidades son tiempos inversos. Si una reacción de primer orden tiene una constante de velocidad K de 0,03 s-1 se puede interpretar (cualitativamente) que 3% de sustrato asequible será convertido en P en 1s. Una reacción con una constante de velocidad de 2.333s-1 estará lista en una pequeña fracción de segundo. Si una velocidad reacción depende de la concentración de dos compuesto diferentes, o si reaccionan dos moléculas del mismo compuesto, la reacción es de segundo orden y K es una constante de velocidad de segundo orden (con unidades M-1 S -1). La ecuación de la velocidad tiene entonces la formula
                                           
                                              V=R [S1] [S2

Aplicando la teoría del estado de transición se puede deducir una expresión que relaciona la magnitud de la constante de velocidad con la energía de activación:
                                                                    R=  e-∆G*/RT

Donde K es la constante de Boltzmann y h es la constante de Planck. El punto importante es que esta relación entre la constante de velocidad K y la energía de activación, ∆G/, es inversa y exponencial. En forma simplificada está en la base de la afirmación de que una energía de activación menor significa una velocidad de reacción mayor.

UNOS POCOS PRINCIPIOS EXPLICAN EL PODER CATALÍTICO Y LA ESPECIFICIDAD DE LOS ENZIMAS


Los enzimas son catalizadores extraordinarios. Los aumentos de velocidad conseguidos por los enzimas son de 5 a 17 órdenes de magnitud (TABLA 2). Los enzimas también son muy específicos, discriminado fácilmente entre sustratos con estructuras muy similares.


Ciclofilina
                   

                    105
Carbónico anhidrasa
                    107
Triosa fosfato isomerasa
                    109
Carboxipeptidasa A
                    1011
Fosfoglucomutasa
                    1012
Succinil-CoA transferasa
                     1013
Ureasa
                     1014
Oritidina monofosfato descarboxilasa
                     1017
 TABLA. 2 Algunos incrementos de velocidad producidos por los enzimas.

Entre los sustratos y grupos funcionales de los enzimas (cadenas laterales específicas de aminoácidos, iones metálicos y coenzimas) tienen lugar reacciones químicas de muchos tipos.
Los grupos funcionales catalíticos de los enzimas pueden formar enlaces covalentes transitorios de un sustrato, activándolo para la reacción, o bien puede transferirse transitoriamente un grupo del sustrato al enzima. En muchos casos, estas reacciones solo tienen lugar en el sitio activo del enzima. Las interacciones covalentes entre enzimas y sustratos hacen disminuir la energía de activación (por lo que acelera la reacción), proporcionando un camino de reacción alternativa y de menor energía.
Gran parte de la energía requerida para disminuir la energía de activación procede generalmente de interacciones débiles no covalentes entre sustrato y el enzima. El factor que diferencia realmente a los enzimas de la mayoría de catalizadores no enzimáticos es la función de un complejo especifico la interacción entre enzimas y sustrato en este complejo esta medida por la misma fuerza que estabiliza la estructura proteica, entre ellas fuentes de hidrógeno e interacciones iónicas e hidrofobias. El establecimiento de cada interacción débil en el complejo ES viene acompañado por la liberación de una pequeña cantidad de energía libre que estabiliza la interacción lamina energía de fijación, ∆GB.  
Su significado se extiende más de una simple estabilización de la interacción enzima-sustrato. La energía de fijación es la principal fuente de energía libre  utilizada por los enzimas para disminuir la energía de activación de las reacciones.
Hay dos principios fundamentales que esta interrelacionados y que proporcionan una explicación general de como los enzimas aprovechan la energía de unión no covalente.
1.      La mayor parte del poder catalítico de los enzimas proceden de un último término de la energía libre liberada al formarse los múltiples enlaces débiles e interacciones entre una enzima y su sustrato. Esta energía de fijación contribuye tanto a la especificidad como a la catálisis.
2.      Las interacciones débiles están optimizadas en el estado de transición de la reacción; los sitios activos de los enzimas son complementarios no a los sustratos, sino a los estados de transición a través de los que pasan los sustratos al ser convertidos en productos durante una reacción.

LA ENERGÍA DE FIJACIÓN CONTRIBUYE A LA ESPECIFICIDAD DE REACCIÓN Y  A LAS CATÁLISIS  

La misma energía de fijación que aporta energía para la catálisis también hace que el enzima sea específico. La especificidad se refiere a la capacidad de un enzima de discriminar entre un sustrato y una molécula competitiva. Conceptualmente, las especificidades fáciles de distinguir de la catálisis. No obstante, la catálisis y la especificidad son mucho más difíciles de diferenciar experimentalmente por surgen del mismo fenómeno si el sitio activo de un enzima tiene grupos funcionales ordenados de manera óptima para formar una serie de interacciones débiles con un sustrato determinado en el estado de transición, el; enzima no podrá interaccionar también con ningún otro sustrato. por ejemplo, si el sustrato tiene un grupo hidroxilo que forma un puente de hidrogeno especifico con un residuo Glu del enzima cualquier molécula que carezca de este grupo hidroxilo concreto será en general, un peor sustrato para el enzima, además, cualquier molécula con un grupo funcional extra para que el  enzima no contiene un bolsa o sitio de fijación será muy probablemente excluida del enzima en general, la especificidad proviene de la formación de múltiples interacciones débiles entre el enzima, y su molécula del sustrato especifica.
Es posible demostrar la importancia de la energía de fijación en la catálisis. Por ejemplo, el enzima glacolítico triosa fosfato isomerasa cataliza la interconversion entre el gliceraldehído 3-fosfato y la dihidroxiacetona fosfato.
Entre los factores físicos y termodinámicos principales que contribuyen al valor ∆G*, la barrera para una reacción se podría incluir: (1) la entropía (libertad de movimiento) de las moléculas en disolución, que reduce la posibilidad de que reaccionen entre ellas; (2) la capa de solvatación del agua unida por puentes de hidrógeno que rodea y ayuda a estabilizar muchas biomoleculas en disolución acuosa; (3)  la distorsión de los sustratos que han de tener lugar en muchas reacciones, (4) la necesidad de conseguir un alineamiento adecuado de los grupos funcionales catalíticos en el enzima. Se puede utilizar la energía de fijación para superar todas estas barreras.

En primer lugar, una gran restricción en los movimientos relativos de los dos sustratos que han de reaccionar o reducción de entropía, es uno de los beneficios obvios de su fijación al enzima. La energía de fijación mantiene los sustratos en la orientación correcta para reaccionar, lo que es una contribución muy importante a la catálisis ya que las colisiones reductivas entre moléculas en disolución puede ser extremadamente raras. Los sustratos se pueden alinear sobre el enzima de forma precisa, generando un gran número de interacciones débiles entre ellos y grupos localizados de manera estratégica en el enzima, lo que mantienen las moléculas de sustrato en las posiciones adecuadas. Algunos estudios han demostrado que la restricción de un movimiento de dos elementos reactivos puede producir incrementos de velocidad de muchos órdenes de magnitud.
El segundo lugar, la formación de enlaces débiles entre enzima y sustrato también da lugar a la de solvatación del sustrato. Interacciones enzima-sustrato remplaza la mayoría de, o todos, los enlaces de hidrógeno que pueden existir en disolución entre el sustrato y el agua. En tercer lugar, la energía de fijación correspondiente a las interacciones débiles formadas únicamente en el estado de transición de la reacción ayuda a compensar determinadamente cualquier distorsión, principalmente en formas de distribución electrónica, que debe experimentar el sustrato para reaccionar. Finalmente, el propio enzima puede experimentar un cambio en la conformación cuando se fija el sustrato, también inducido por múltiples interacciones débiles con el sustrato. Esta situación se conoce como encaje inducido, un mecanismo postulado por Daniel Koshland en 1958. 

Los movimientos pueden afectar a una pequeña zona del enzima cerca del sitio activo o aplicar cambios en la posición de dominios enteros. Normalmente se genera una red de movimientos acoplados en todo el enzima que da lugar a los cambios necesarios en el sitio activo. El encaje inducido puede servir para disponer grupos funcionales específicos del enzima en la orientación agrupada para catalizar la reacción. El cambio de conformación también permite la formación de interacciones débiles adicionales en el estado de transición. En cualquier caso, la nueva conformación del enzima ha incrementado sus propiedades catalíticas. El encaje inducido es una característica usual en la unión reversible de los ligandos a las proteínas. El encaje inducido también es importante en la interacción de casi todos los enzimas con sus sustratos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario